VIERNES 19 – TERCERA PARTE









MARILYN MANSON




A pesar de que su carrera discográfica siempre me interesó (al menos hasta aquel flojo The Goleen Age Of Grotesque), siempre he oído que los shows de Marilyn Manson para bien o para mal, no dejaban indiferente a nadie, por lo que como no podía ser de otro modo, me acerqué a ver al reverendo disparar su recital.



Primeramente, tras una larga intro y sin ningún tipo de telón ni adorno visual, sorprende ver a Twiggy Ramirez, el mítico bajista, tocando la guitarra, algo que bueno…digamos que nos gustó a mucha gente y descolocó bastante al público, y segundo, decir que Marilyn tuvo una actitud un tanto pasiva con su público, poniendo en duda la fidelidad de sus fans.










Venía a presentar su nuevo y no demasiado aclamado nuevo disco The end of high and low, y abrió con un tema que a mi parecer no es para dar pistoletazo a un show de Marilyn Manson…Four Rusted Horses empezó de un modo bastante calmado y con un público frío, al igual que en la siguiente Pretty As a Suastika, y aquí se comenzó a temer lo peor, es decir, no difrutaríamos de los clásicos de la banda, pero todo cambió a partir del tercer tema. Con un sonido bastante correcto y con un Manson poco motivado disfrutamos de una brutal Dispossable Teens que alegró mucho a los asistentes. Holy Wood fue un gran disco y así quedo demostrado en su show de Bilbao, pero Mr Manson comenzó a tirar el micro, hablar demasiado y a utilizar sus excentricidades de mal gusto, como ver como varias personas le suministran aire cada cinco minutos.



Las más coreadas fueron Irresponsable Hate Anthem, realmente demoledora, The Dope Show con un Marilyn metido entre plásticos y bombillas como si de un enfermo mental se tratase, The Love Song con gran respuesta por parte del público, y también cayó alguna sorpresa, como el Rock’n’roll Nigger en la que Manson cogió la guitarra y Ramírez el micro…era el cumpleaños de este, y alargaron el tema innecesariamente en una interpretación bastante simple del tema, tirando a un poco insulsa.










Beatiful People si levantó el polvo del monte, pero dejó a una audiencia bastante fría, primero por la actitud del reverendo, segundo, por el nulo show de la banda, y tercero, por un set que no convenció demasiado…eso si, NADIE quedó indiferente, pero esta vez, no para bien.









SUICIDAL TENDENCIES




Ya estábamos todos cansados, atolondrados y con ganas de ir a dormir, pero aún quedaba uno de los platos fuertes del día, y es que eran muchos los clones con gorra y ropa ancha que se podían ver en el recinto del señor Muir.










Quizá la actuación de Suicidal Tendencies hubiese brillado mucho más a horas más prudenciales, pero cuando sonaron los primeros acordes de su tema de temas, You can’t bring me down, la gente comenzó a acercarse para ver a una banda compacta, comunicativa, perfecta en sonido, con muchas ganas y con un Muir para el que parecen no pasar los años.



La afluencia de público comenzó a crecer sobremanera, sobre todo después del trallazo inicial. Comenzaron a caer temas clásicos de la banda, que recorrieron sus principales discos…desde su época más hardcore con Join The Army, hasta sus más recientes trabajos. Lástima que sólo las primeras filas disfrutasen en condiciones del concierto, pero era imposible aguantar más y la tienda nos esperaba. La actuación incluso gozó de un ENORME solo de batería, y puedo decir que los músicos eran de élite…ya se sabe que los músicos que han pisado el terreno Suicidal no sólo se han movido en la música metal, sino también en otros como el jazz.










En definitiva y escuchando el final del concierto de camino a la tienda, servidor se quitó la espina de ver a los Suicidal, aunque por qué no decirlo, hubiese preferido vivir la experiencia en un lugar más reducido y una hora más o menos “temprana”.

Crónicas

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